Catéter implantable en el cáncer: cuidados, utilidad y experiencia desde la enfermería y la vida
Hay momentos en el camino del cáncer que marcan un antes y un después. Para mí, uno de ellos fue cuando me hablaron del catéter implantable. Como enfermera oncóloga, conocía perfectamente su función y sus beneficios. Pero vivirlo como paciente me dio una nueva perspectiva: la del cuerpo que siente, que se adapta y aprende a confiar en la tecnología que lo acompaña en su proceso de sanación.
🌿 ¿Qué es un catéter implantable?
Es discreto, seguro y puede permanecer
colocado durante todo el tratamiento, evitando molestias y reduciendo
complicaciones en el acceso venoso.
💉 Más que un dispositivo:
un puente de confianza
Como profesional, siempre supe que el catéter implantable era una herramienta que facilita el tratamiento. Pero cuando me convertí en paciente, comprendí su verdadero valor: el alivio de no temer cada canalización, la posibilidad de recibir los medicamentos con mayor comodidad y la tranquilidad de saber que el cuerpo tenía un “puerto seguro”.
Recuerdo la primera vez que me lo colocaron.
Sentí miedo, sí, pero también esperanza. Con el tiempo, aprendí a verlo no como
un símbolo de enfermedad, sino como una muestra de cuidado. Un recordatorio de
que la ciencia y la empatía pueden ir de la mano.
🌸 Cuidarlo también es una forma de autocuidado
💬 Desde el corazón de una
enfermera y una paciente
El catéter implantable no solo facilita el tratamiento oncológico,
también simboliza una parte del camino donde la ciencia, el cuerpo y la
esperanza se encuentran.
Porque cada puerto colocado es una puerta
abierta a la vida, y cada paciente que lo lleva merece acompañamiento, respeto
y ternura.
✨ Escrito por Alexandra Hernández, enfermera oncóloga y paciente sobreviviente




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